¿Qué es la terapia visual?

La terapia visual incluye actividades y ejercicios diseñados para mejorar u optimizar la comunicación ojo-cerebro y la efectividad del sistema visual de una persona. La terapia visual se realiza con mayor frecuencia en niños. Se están desarrollando técnicas más recientes para adultos, como aquellos que tienen discapacidades cognitivas asociadas con una lesión cerebral, o para personas que participan en actividades que requieren mucha visión, como atletas y pilotos profesionales.

Terapia visual en niños

Se puede tratar una amplia gama de problemas de visión en niños mediante terapia visual. Uno de los más comunes es la ambliopía. La ambliopía es una condición en la que un ojo no desarrolla un nivel adecuado de comunicación con el cerebro. Falta comunicación ojo-cerebro y la capacidad de utilizar ambos ojos al mismo tiempo también es más débil que en los niños normales. La debilidad en un ojo puede tener varias causas; Las causas comunes incluyen la pérdida de visión en un ojo al nacer, como puede ocurrir con un error refractivo elevado o debido a una catarata. En otros casos, el ojo no puede desarrollarse adecuadamente porque los músculos del ojo son más débiles y no permiten que el ojo apunte adecuadamente a las mismas imágenes visuales que el otro ojo (es decir, la misma línea de visión). Con el tiempo, el cerebro comienza a favorecer el ojo más fuerte, y esto hace que el niño pierda la visión binocular y el ojo más débil se debilite aún más.

La terapia visual se utiliza para fortalecer el ojo más débil y ayudar al sistema visual a aprender a que ambos ojos vuelvan a trabajar juntos. La terapia visual normalmente se inicia después de que se haya corregido la pérdida de visión del niño en el ojo más débil, por ejemplo eliminando la catarata o corrigiendo el desenfoque óptico. En los casos en que los músculos de un ojo están más débiles, la terapia visual puede ayudar a fortalecer los músculos y ayudar a que los ojos compartan la misma línea de visión. Muchas otras afecciones también se tratan con terapia visual, siendo el hilo conductor enseñar a los ojos a trabajar mejor juntos y comunicarse en conjunto con el cerebro. Estas condiciones incluyen:

  • Problemas de seguimiento ocular
  • Dificultades de percepción de profundidad.
  • Dificultades de coordinación mano-ojo.
  • Problemas de percepción y procesamiento visual.
  • Problemas de convergencia binocular

Herramientas para la terapia visual

Durante las sesiones de terapia visual se utiliza una variedad de herramientas. Los prismas se utilizan para ayudar a un ojo con músculos más débiles (uno que diverge de la línea de visión) a ver correctamente una imagen en conjunto con el otro ojo. Los prismas se pueden utilizar para ayudar al ojo a cambiar la línea de visión en cuatro direcciones diferentes (arriba, abajo y de lado a lado). Los diferentes tipos de prismas se denominan prismas de base adentro, de base afuera, horizontales y verticales. Otras herramientas incluyen aquellas para mejorar la coordinación mano-ojo, como tablas de equilibrio y dispositivos electrónicos donde los objetivos se presentan en momentos aleatorios y el paciente tiene que reaccionar ante el objetivo. Y a menudo se utilizan gafas especiales para filtrar la luz o para ocluir total o parcialmente la luz en uno o ambos ojos. La terapia visual normalmente se lleva a cabo en un consultorio bajo la supervisión de un oftalmólogo u ortoptista. También se pueden utilizar kits especialmente diseñados para continuar la terapia visual y el proceso de recuperación en casa, entre visitas, bajo la supervisión de un especialista en terapia visual.

Muchas de estas mismas herramientas se utilizan para la terapia visual con adultos. El objetivo de muchos adultos que se someten a terapia visual es desarrollar una mejor comunicación entre los ojos y el cerebro o mejorar la coordinación ojo-mano.